Hay que reconocer que muchos cristianos estamos muy poco iniciados en la Biblia; algunos casi somos analfabetos al respecto, lo cual no deja de ser un contrasentido. Si es verdad el adagio: “No se ama lo que no se conoce”, difícilmente podemos valorar y amar la revelación de Dios, a Dios mismo y a su mensajero principal Jesucristo, si no conocemos suficientemente su mensaje y la llamada historia de salvación, recogida en la Biblia.
Para subsanar esta laguna el Concilio Vaticano II exhortó “vehementemente a todos los cristianos que aprendiéramos el sublime conocimiento de Jesucristo con la lectura frecuente de las divinas Escrituras”. Por su parte, san Jerónimo acuñó esta afirmación ya clásica: “Desconocer las Escrituras es desconocer a Cristo”.
Excelente iniciativa para motivar la acogida y el estudio de la palabre de Dios en esta fase de nuestro plan de pastoral.
ResponderEliminarFelicitaciones padre Andres
Muy bien por este espacio. Éste será en lazado desde el portal diocesano administrado por Innovapues.
ResponderEliminarmuchas gracias por sus aportes , esperamos que se divulgue la información y que mucha gente acoja y viva la palabra.
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